Sociedad Vasco-Navarra
de Patología Digestiva

Información general

Autores

López García M.L. (Presentador) (1), Prado Troya N.F. (1), Garay Machín L. (1), De la Fuente Molinero I. (1), Ugarte Bilbao A. (1), Irusta Olano L. (1), Jiménez Pérez M.A. (1), González Aldama M. (1), Santa Cruz Carrera M. (1), Calderón García A.J. (1), Cabezudo Gil P. (1), Merino Zubizarreta A. (1)
(1) Hospital Universitario de Basurto.. Servicio de Aparato Digestivo

Introducción

La gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) es la técnica más frecuente utilizada en pacientes con necesidad de nutrición enteral por largos periodos de tiempo, generalmente siendo éste mayor a 4 semanas. La principal indicación de ésta es la suplementación nutricional en aquellos pacientes que no pueden realizar ingesta por vía oral.

Material

Estudio retrospectivo en el que se estudió a 237 pacientes que tenían indicación de colocar una PEG en el Hospital Universitario de Basurto entre enero de 2015 y diciembre de 2018. El objetivo principal es analizar los resultados de la colocación de PEG evaluando la tipología de los pacientes a los que se les coloca, las complicaciones asociadas y el material y técnica utilizada.

Resultados

Se estudió un total de 237 pacientes de los que a 231 se les implantó una PEG, con una media de edad de 62 años y siendo el 69,6% (161) varones. 

El 90.9% de los pacientes utilizó la sonda PEG (210), de ellos un 40% la utilizó junto con alimentación oral y el 60% la utilizó exclusivamente como forma de nutrición. La técnica para la implantación de la PEG más utilizada fue la de tracción (94%) y el calibre que más se colocó fue el 20F. 

De los 231 a los que se colocó la PEG, sólo 74 (32%) presentaron complicaciones: hemorragia, infección de estoma, pérdida o arrancamiento o perforación. Al 100% de los pacientes se les administró antibiótico profiláctico, sin embargo, el 47% (35/74) presentó infección del estoma tras colocarse la PEG. 

Al 54% de los pacientes se retiró la PEG por cese de la indicación que motivó su colocación, un 38% fallece antes de retirarala, un 3% continua con ella, un 3% se trasladó a otra comunidad autónoma (no se pudo hacer seguimiento) y del 2% restante no se pudo obtener información. Hubo necesidad de recambio de sonda a 110 pacientes, un 45% provocado por complicaciones y un 55% por recambio programado.

Conclusiones

Los pacientes portadores de sonda PEG pueden alimentarse en situaciones en las que la vía oral no es posible y por tanto, pueden conservar un adecuado estado nutricional. 

La colocación de la sonda PEG es más frecuente en pacientes oncológicos, hombres y en la sexta década de vida y presenta un riesgo de mortalidad casi inexistente, relacionándose más con la propia enfermedad del paciente que con su colocación.

 

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