Información general

Autores

Higuera Álvarez R. (Presentador) (1), Duca Duca I. (1), Cortes Pérez H. (1), Bao Pérez F. (1)
(1) Hospital de Urduliz. Servicio de Digestivo

Introducción

La incidencia de proctitis por sífilis está aumentando. Puede simular una enfermedad inflamatoria intestinal o una neoplasia.

Presentamos el caso de un paciente con VIH que desarrolla una sífilis rectal, con sospecha inicial de cáncer rectal.

Material

Varón de 32 años, VIH, con diarrea, rectorragias, proctalgia y pérdida de 2 kg de peso, de más de un mes de evolución. Tacto rectal con masa. Colonoscopia con lesión excrecente rectal, ulcerada, con diagnóstico inicial de neoplasia rectal. Anatomía patológica con inflamación aguda y crónica, descartándose malignidad. Al historiar al paciente reconocía relaciones sexuales anales de riesgo. Serologías infecciosas positivas para Treponema pallidum TP-CMIA y RPR. Tratamiento con Bencilpenicilina benzatina, con respuesta clínica, serológica y endoscópica.

Resultados

Se está observando un incremento de las proctitis de origen infeccioso de transmición sexual, como la sífilis. Se presentan de forma asintomática, con rectorragias, proctalgia,...

Es fundamental realizar una correcta historia clínica, saber hábitos sexuales, ya que puede sugerir el diagnóstico.  Endoscópicamente aparece como proctitis, úlceras o incluso masas. Las biopsias muestran inflamación crónica inespecífica. La serología es fundamental para confirmar el diagnóstico, VDRL y RPR. El tratamiento es con penicilina y posteriormente se realizan controles serológicos y rectales, para valorar la erradicación de la infección. Además hay que descartar VIH al diagnóstico, que aumenta el riesgo de recurrencias de sífilis rectal.

Conclusiones

Ante una proctitis cuyo origen no está claro, es necesario tener una alta sospecha para diagnosticar una sífilis rectal, basada en una adecuada historia. Tras la endoscopia, el diagnóstico se confirma con las serologías, evitando exploraciones innecesarias y no demorando el tratamiento.